viernes, 3 de octubre de 2008

Gran-Jefe-Un-Lado-Del-Cielo

Si los rieles no se hubieran cruzado por sus patillas, en diciembre próximo Lucho Hernández cumpliría 67 años. Pero un día como hoy, hace 31 años, en medio de unos buenos aires, se quitó. Y listo, sanseacabó. Habiendo robado/ Lluvia de tu jardín/ Y tocado tu cuerpo/ Me duermo/ No se culpe a nadie/ De mi sueño
Y me duele la cabeza. Y no me da la gana de comer pollo a la brasa. Porque Jamás, señor ministro de salud, fue la salud/ más mortal/ y la migraña extrajo tánta frente de la frente!
¿Será que estoy pensando demasiado? Pensar = perder el tiempo, rascarse las pelotas, huevear. Pensar en ti y en mí y en la inmortalidad del chanchito de ojos azules que me mira desde la pared. ¿O serán las pastillas?
Me duele la cabeza porque dicen que la vida está hecha de percepciones. Percepción, realidad, Lacan es el culpable. Por eso yo percibo a mi cerebro como un queso roquefort, con moho y un fuerte olor. Olor, no dolor. Y un color particular.
Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?
Siéntate pues en mi tonto corazón, corazón. Que los mareos son solo eructos de mi queso y ya la magia se fue con el mago. O la Maga. Y todo se corta. Cortázar.
Y es que ahora el elefantito se baña solo y todos dicen que parece un oso chaposito. Sin embargo él se siente todo un joven dinosaurio.
Pero a veces me siento un cangrejo porque voy de costado, en retroceso. Y allí es donde pierdo a la persona que va a mi lado. El crustáceo va solo.
Porque la tristeza compartida es menos tristeza. Y me duele la cabeza. Y porque es necesario pasar por momentos tristes para saber valorar los pocos y cortos momentos de felicidad que nos presta la vida. La vida.
Además odio a los "messengeres y chats", como a la cerveza que bebo y al cigarro que me fuma, porque no transmiten fielmente lo que la palabra oral y el sentimiento quieren decir. Sabe dios cuántos mensajes se habrán tragado antes de que lleguen a su destinatario. ¿Y si me dijiste que me amabas y la noticia nunca llegó a mis ojos?
Ahora me duele la columna tanto como tu ausencia y mi cabeza casi besa la mesa. Saludos tía Teresa. ¿Es un cocoroco lo que toco? 1 abrazo para la persona a la que anoche obsequié una hoja de papel bond. Gracias.
El agua sube ya,/cubriendo/ los días/ y las horas;/ de mí/ ya sólo queda/ el mar, triste, apagado.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Si pues, y pensar que un papanatas se quedó con mi libro de Luchito. Eso pasa por prestar. Qué rabia!. La tía Tere ¿es nuestra tía Tere de toda la vida?¿Qué tal fue el recital?...Cambio y fuera.

Anónimo dijo...

puta won, no creo que estes l@c@, aun no. pero no te vas a dar cuenta. Por eso deja la vida de artista y empieza a pensar en como bañar un niño sin que se golpee o tome agua o como cambiarle el pañal sin que te mee en la cara o te embarre de caca. Si no tendras traje de cebra seguramente. Duerme, mañana sera otro dia, si queires sera mejor, toma tu pepa pa la depre y casate

Anónimo dijo...

las dos cosas

Anónimo dijo...

SOLO DESPIERTA!!! ERES HERMOSO
Un poco de locura de vez en cuando puede ser saludable. Pero sin discernimiento podrías lastimarte.
Eva.

Anónimo dijo...

...Sólo es un dolor de cabeza. Estuve en tu recital: eres encantador.

Anónimo dijo...

Sí pesz, te entiendo... solo quieres MATARla... ya estás como L@quill@, curuju... Oyete, más laurel patu tayarín... ponte el Halma... http://es.youtube.com/watch?v=kW-2MZubshE ...Jamás pierdas el control (rEMOcho)...
YOnathan

pd::: troglodita mira el marsh...
y besala una vez másh...

Anónimo dijo...

Estimado Enrique:
Este texto es muy poético: no sólo por tus referencias a Luis Hernández o Vallejo, sino por las líneas que tú construyes:

yo percibo a mi cerebro como un queso roquefort, con moho y un fuerte olor. Olor, no dolor. Y un color particular

Siéntate pues en mi tonto corazón, corazón. Que los mareos son solo eruptos de mi queso y ya la magia se fue con el mago. O la Maga. Y todo se corta. Cortázar.

Y es que ahora el elefantito se baña solo y todos dicen que parece un oso chaposito. Sin embargo él se siente todo un joven dinosaurio.

Ahora me duele la columna tanto como tu ausencia y mi cabeza casi besa la mesa. Saludos tía Teresa.

Al parecer muy pocos comprendieron la verdadera profundidad de lo escrito, porque va velado, escondido, sembrado en el subterráneo del inconsciente: una tristeza que te carcome, pero con la que juegas como un niño con su pelota.
Creo que eres un tipo muy especial.
Un abrazo de alguien que en varias ocasiones ha estado cerca de ti.

Anónimo dijo...

...Hay amores que hacen bien, que te ayudan a crecer y te muestran la salida / otras vecces yo crei que estar ausente era lo mejor para mì/ a veces sòlo quisiera estar en soledad / (DT)