martes, 2 de diciembre de 2008

querida señora A:

hace muchos meses que no sé de usted, aunque sé que usted sabe de mí por este blog que, en realidad, no creo que sea buena referencia: este espacio es de mentira: tan corto como el amor de neruda y tan tonto como leer un libro de autoayuda.
por eso hoy quiero contarle lo que creo usted debe saber.
en su ausencia, y como siempre, he tenido algunos amores. de los buenos y de los malos, como debe ser. de alegría y de llanto, como debe ser. pero siempre, y esto usted bien lo sabe, con mucha ilusión, que es una especie de enfermedad en mí.
pero hoy no le hablaré de mis amores, sino de cosas distintas. como que tengo un nuevo carro que me encanta y que sin duda me servirá para construir próximas historias de crash. y también que una vez más estoy sin trabajo, estado al cual ya casi estoy acostumbrado. lo raro de esta vez ha sido que coincidieron el fin de un trabajo con el fin de un amor. yo hubiera preferido quedarme sin trabajo solamente, pero usted sabe que la felicidad con f mayúscula no existe. y aún la pena hace que me cueste un poco celebrar lo vivido. paciencia.
quiero contarle también que aún tengo la ilusión de tener una hija. debo estar en esa etapa, aunque ya larga para mi edad, en la que las mujeres sienten la necesidad corporal y mental de tener un bebé. o soy un poco más femenino de lo normal o en realidad esta cuestión no es exclusiva del mal llamado sexo débil.
señora A, la extraño como siempre y como siempre me resulta extraño sentir lo que siento. la/mi vida es tan extraña... la distancia entre nosotros es tan infinita que quisiera ser un alma para incendiarme en una vela azul y viajar con el viento. pero es tan difícil ser lo que uno quiere...
pero lo que sí quisiera hacer ahora, y una vez más, es salir de esta ciudad a la que quiero tanto, aunque no me una a ella el amor sino el espanto, como a borges. quiero descubrir nuevas miradas e ir a lugares de más allá. tan bellos, tan duros y lejanos y vivir, sólo vivir.
señora A, debo decirle también que en esta etapa de mi vida me he visto invadido por algo de lo que siempre he tratado de huir: la frivolidad. o lo que parece serlo en mi vida. juzgue usted: he ido a tantos tontos espectáculos, he comido en lugares caros, me he comprado la ropa y los zapatos que se me antojaron, he bebido y celebrado en exceso que todo, todo lo que he dado a los demás, se vuelve insignificante. tal y como me siento cuando pienso en dios.
lo que sí me parece que a usted no le gustará mucho, hablando de una cuestión física, es que he perdido unos kilos de peso ¿será el amor? ¿será el trabajo? ¿será el amor al trabajo o el trabajo del amor?
señora A, a pesar de todo me siento contento: contar con los amigos debe ser unas de las felicidades más felices de la vida. ellos, a los que usted también aprecia, siguen conmigo, a mi lado. me siento tan orgulloso y agradecido...
hasta pronto, señora A. por favor, no tarde más.

E

10 comentarios:

Anónimo dijo...

señora alegria, señora atenta, señora angustia, señora alcohol, señora amiguera, señora arrepentida, señora apec...

Anónimo dijo...

me gustas cuando dejas de escribir cagadas y vuelves a lo tuyo

Anónimo dijo...

León, esto es para ti:

SERENATA

Íbamos a vivir toda la vida juntos.
Íbamos a morir toda la muerte juntos.
Adiós.

No sé si sabes lo que quiere decir adiós.
Adiós quiere decir ya no mirarse nunca,
vivir entre otras gentes,
reírse de otras cosas,
morirse de otras penas.
Adiós es separarse, ¿entiendes?, separarse,
olvidando, como traje inútil, la juventud.

!Íbamos a hacer tantas cosas juntos!
Ahora tenemos otras citas.
Estrellas diferentes nos alumbran en noches diferentes.
La lluvia que te moja me deja seco a mí.
Está bien: adiós.
Contra el viento el poeta nada puede.

A la hora en que parten los adioses,
el poeta sólo puede pedirle a las golondrinas
que vuelen sin cesar sobre tu sueño.

Manuel Scorza

Anónimo dijo...

Yo cre que debes referirte a Artemio, el soldador de la Av. Canadá, quien siempre te repara tu carro tras tus choques. Cabe recalcar que su taller se llama Mi Señora.
YOnathan

Anónimo dijo...

vientre almuerza su calzón y corre sin corazón la musa o hada cibernética

Sandrine dijo...

(((suspiro largo... prolongado)))

Vos me entendés...


besos

Anónimo dijo...

te leo siempre.

besos.

A.

Anónimo dijo...

quién es A??????????????????

Anónimo dijo...

Estuve releyendo esta "misiva", ahora con màs calma, y me gusta ese estilo de duda razonable, ganas de sentirte incomprendido, solo o solitario, nostalgico, desesperanzado a veces; etèreo, soñador, perdido, oculto, expuesto, misterioso, intimo...Esta señora A tal vez es algo asi como para mì lo es el señor X. Dicen que la respuesta està dentro de uno, que la busqueda se inicia en un lugar muy intimo de cada uno. A me encanta cuestionar todo, y este lugar, a veces para mì es muy escurridizo...

Anónimo dijo...

Andá!