martes, 9 de diciembre de 2008

¿Barcelona o Madrid?

Esta pregunta te la formulan muchos madrileños y muchos barceloneses cuando te encuentras en sus respectivas ciudades y manifiestas que conoces algo de ambas.
Mi respuesta, hoy lo confieso, dependía siempre de en cuál de las dos metrópolis me encontraba en ese momento y el lugar de nacimiento del preguntador, nunca a un gusto o preferencia verdaderos. Es decir, si estaba en Barcelona y el fulano era un barcelones, mi respuesta era Barcelona; pero si estaba en Madrid, al lado de un madrileño, pues entonces era Madrid.
En otros casos, como cuando el interrogador era un barcelones que estaba en Madrid y que deseaba escuchar que su ciudad era la más guapa, cual sediento lobo a la espera de su presa, pues me acercaba a su oído y le decía: "Barcelona, sin duda". Y viceversa: "Madrid, sin duda".
No sé de dónde les viene ese gusto por preguntar acerca de qué ciudad es la preferida. Tal vez sea por el fútbol (¿Barça o Real Madrid?) o por una cuestión lingüística (¿castellano o catalán?) o por una política (¿centralismo o independentismo?) o por una geográfica (¿playa o montaña?). No sé, pero pretender que alguien elija entre belleza y belleza, es un poco complicado.
Mis respuestas, en realidad, no se alejaban de la verdad. Ambas ciudades son preciosas. Ambas tienen un encanto único y sus propias maravillas. En ambas hay gente guay y se come como los dioses. Ambas son amigables, ordenadas y guapas. En ambas hay gente culta, borracha, pesada, increible, fastidiosa e inolvidable. ¿Entonces por qué debería quedarme con una solamente? A mí me fascinaban las dos y así lo declaraba. Aunque la cuestión también dependía un poco de quién era la persona que preguntaba: si era un tonto, de los que abundan en todas partes, pues le daba la contraria y se armaba un jaleo de padre y señor mío; pero si era un tipo como mi amigo gallego, pues entonces mi equipo de fútbol español favorito era siempre "El Celta de Vigo". Y él contento y yo contento porque él se ponía contento.
Esto podría demostrar lo fácil que sería hacer feliz a una persona por un instante. Al parecer el ser humano es complejo por la facilidad con la que puede entristecer o ser feliz. A veces solamente necesitamos escuchar una palabra o una frase que nos haga sonreír y el mundo cambia. El mundo es feliz si uno es feliz y comparte su felicidad. Por eso, y hasta hoy, contestaba Madrid o Barcelona. ¿Qué importan las ciudades o las banderas o los idiomas? Lo que importa, verdaderamente, es que quien viva en una u otra se sienta feliz de hacerlo.
Pero en el fútbol, sea en el lugar que sea, prefiero que no me pregunten sobre mi preferencia, porque allí sí que mi apellido cambia a Contreras: ¿Barça o Real Madrid? ¡Celta de Vigo!; ¿Boca o River? ¡San Lorenzo!; ¿Universitario o Alianza Lima? ¡San Martín! Y así, etcétera, etcétera, porque mi equipo favorito siempre será el menos favorito.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Despues de leer varios de tus posts, concluyo que tienes una manera muy promiscua de entender la felicidad. Te gustan todas las mujeres, todos los paises y todas las ciudades.
Definete.

Anónimo dijo...

yo me quedo con barcelona, por los veranos en el mediterráneo

olga dijo...

Ya sabíamos que eras un chaquetero! Menos mal que eres tú, León!

Un besazo desde Barcelona, o Madrid, ¡qué mas da!

Leo dijo...

que chaqueteroooooo!!!
Te doy la razoón que ambas ciudades son preciosas... pero barcelona tiene mar!!!
Es broma me imagino que el conflicto es más politico que otras cosas y de ahí deriva el futbol, los idiomas y las leyes!

Besos des de Barcelona

Anónimo dijo...

kike y las eshpañoladash
... qué es chantequetero?

Anónimo dijo...

Me gusta tu forma de contar pero más me sorprende tu capacidad diplomática. Esa no te conocía para nada sino que hablen las calles de BCN... que te escucharon.

Carolate dijo...

Galicia!! Toda Galicia.

Anónimo dijo...

Sí pues, tu siempre fuiste del Celta de Vago.
YOnathan

Yo Missmita dijo...

Obviamente Barcelona amic meu!!! No es porque viva en esta ciudad ni porque me haya acostumbrado mucho a ella. Viví en Madrid algunos meses y la verdad, como buen costero me enteras, necesitaba el mar. Tampoco es que me guste el mar, pero está bien saber que está ahí, para lo que haga falta: un chapuzón apurado de media tarde, un remojón de pies con la estampa típica de estar oyendo a Bolton en la distancia, qué sé yo (eh!sólo la estampa que a Bolton no lo aguanto). Aunque Madrid tiene unos barecitos que no están mal. Mmm, nada, que me quedo con Toledo, ni pa ti ni pa mi. Ahora que lo dices hay Derby este fin de semana...Visca el Barça!! i Visca Lima, sí señor!!

Anónimo dijo...

Vaya! Es decir que cuando me decías que eras del Celta me mentías!! El mundo se tambalea bajo mis pies, cuanta gente habrá hecho eso!

Te lo perdono porque leyendo este post me he reido de nuevo contigo (y esta vez sin ningún licor de por medio) y porque realmente me alegraba cada vez que me mentías diciendo que eras del Celta, que ciertas mentiras y cambios de chaqueta no estan tan mal.

Un abrazo de un gallego "feliz"

Harold Alva dijo...

una de Barcelona y una de Madrid, con eso queda cubierta con justicia la elección.

Anónimo dijo...

Lima huevon! Lima!

Anónimo dijo...

Pasé por Madrid el año 2003. No pude estar más de 1 día, y la verdad que me quedé con las ganas de regresar. No conocí más en España. Quien sabe este año o el otro me regale un paseito por allá, un año sabatico merecido. De hecho llegaré por Barcelona y si aún mantienes este blog, te cuento mi conclusión...o quien sabe tal vez y coincidamos en alguno de esos lugares.

Tiricia dijo...

yo apuesto por Barcelona, es preciosa y tiene playa. Los veranos son inolvidables!