Ayer tuve la imperiosa necesidad de viajar en combi. Sí, en combi. Hace años que no lo hacía y espero, por favor diosito, no tener que volver a hacerlo.
Ahora entiendo a quienes lo hacen todo el tiempo. Es horrible y en verano es el infierno. A veces las llenan tanto que la gente va como sardinas y no queda espacio ni para un hilo de ventilación. Y que dios nos coja confesaos si algún pasajero lleva el intestino furioso. Sería una fatalidad para todos.
Si tienes la suerte de viajar sentado en alguno de sus pequeños asientos, podrías tener la mala suerte de que alguien te ponga el culito en la carita. Si viajas de pie en estos dizque vehículos de transporte urbano, puro eufemismo, gran mentira, viajas doblado, encorvado, en un ángulo de 45 a 75°, con un consiguiente dolor de espalda, nuca y cintura, a no ser que midas de 1.50 m para abajo o tengas hasta ocho años.
Pero lo peor no son los olores ni la incomodidad de estas carcachas andantes, sino la mentalidad del chofer y del cobrador. Estos desgraciados creen que están de paseo, de día de campo, y te ponen el volumen de su música favorita en lo más alto sin importarles el tímpano ni la tranquilidad de sus usuarios. Los más sicodélicos instalan en el interior unas luces azules o rojas o las llamadas cortadoras para animar la noche. Se alucinan en su discoteca. Poco les falta para chuparse un pisco y ensayar unos pasos de salsa mientras conducen.
Para quienes no lo sepan las combis son unos pequeños vehículos de transporte ru-ral que gracias a favores populistas del casi condenado Alberto Fujimori, poblaron las grandes ciudades del país por las enormes facilidades para su exportación y las casi inexistentes reglas de uso público y normas para su conducción, detalles que en su tiempo no pocos agradecieron.
Las llamamos combis porque las primeras en circular eran del modelo “kombi” de Volkswagen. Ya luego vendrían otros modelos de otras marcas, pero lo de combi quedó para todas por igual.
El mote de asesinas que mucha gente les aplica, no es gratuito. En realidad lo son. Las estadísticas lo dicen: cientos de muertes por su causa debido a que no están hechas para ser usadas en las pistas de una ciudad. Su enorme facilidad de maniobra y gran velocidad, aspectos necesarios en caminos rurales, sumados a un malísimo chofer, resultan un grave riesgo para peatones y otros vehículos de transporte urbano y privado.
Si alguien te grita “¡chofer de combi!”, simplemente te está prodigando uno de los peores insultos citadinos. Es que esta criatura del señor es casi una bestia: conduce con la mayor imprudencia del mundo con tal de ganar a su par y tener uno o dos pasajeros más. Su mejor amigo es el claxon: con él se comunica: llama a los potenciales pasajeros y expulsa a su competencia, causando un gran fastidio y malestar a unos y otros. Como conductor digo que siempre te quiere ganar, se mete en tu carril, te insulta, se pasa las luces del semáforo, para donde le da la gana y cosas así. Todo ello bajo la mirada astuta de su compañero de lides: el cobrador, otra suerte de animalito que lo único que hace es gritar para llenar su carrito y para hacer que te bajes rapidito. Pie derecho, te dice.
No quiero generalizar, pero casi todos son iguales. Alguno será la excepción, seguramente, y bendito seas por siempre señor, pero la gran mayoría no. Creo que por ahí ya les han puesto fecha de caducidad (al menos hace años ya no se importan para transporte público) y la policía siempre está sobre ellos, pero aun así siguen con las suyas. La única solución que veo es que desaparezcan de una buena vez o que sólo funcionen en los distritos de la periferia y para trayectos cortos.
Y perdona si eres un chofer o cobrador de combi-lector de esta jaula o Blogger, pero qué puedo hacer pues hermanito, para mí tú ya no tienes mucho remedio que digamos. Aun así te digo que eres bienvenido igual, pero si no estás de acuerdo, lo siento: anda nomás chino que al fondo hay sitio y sé consciente pe varón y paga con sencío... y pon primera y arráncate de las pistas, que con guapos como ustedes me pongo medio Chávez y los censuro y desaparezco.
Habla, ¿tú qué dices?
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3 comentarios:
Por suerte no contamos en España con ese tipo de transporte, aunque tambibién sufrimos las locuras de muchos conductores en nuestras carreteras.
El carnet por puntos, ha evitado estos últimos años muchos accidentes, ante el temor de ver peligrar tu permiso de conducir y tener que volver a la autoescula, con el consabido gasto economico que esto supone.
Nunca pense que una Volkswagen Kombi podía destinarse al trasporte publico, aunque por la foto aqui son distintas.
Las Combis, Los Micros y toda Chatarra que Tenemos como Transporte Publico, Saldrá de circulación este año!! y serán remplazados con 'buses a Gas de alta Tecnología' "Convirtiéndose en el Transporte Publico mas Moderno de Latino~America", Gracias a Castañeda y Alan Garcia
No es "se conciente" es: she conshente varón, penshando con la penshadora pe!
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