El Carmen

"Estas fotos las tomé el 26 de diciembre de 2009 en el distrito de El Carmen, Chincha, a 205 kilómetros al sur de Lima, durante la fiesta de la Virgen del Carmen. En aquel sábado de celebraciones, distintos grupos llamados "hatajos" danzaron al son de un violín en la plaza del pueblo. Después de la tarde de zapateo vino la fiesta con orquesta de salsa. Al día siguiente se celebró la misa de la Virgen y por la noche se dio inicio a la procesión: durante toda la madrugada las andas de la Virgen recorrieron las calles del pueblo hasta el nuevo día. Fue inquietante, una figura linda."

Arturo Torres

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Jipi

Tú y yo nos amábamos tanto que tuvimos que separarnos para ser felices. Y comer perdices. Sin cicatrices. Qué dices, dices. Quién eres, dices. Porque ya me olvidaste. Porque soy feliz. ¡Muac! ¡Muac! Dos besos. Dos millones de besos me tuviste que devolver. Y los disequé. Para qué. No sé. Estoy happy. Jipi jipi jay. Sankuokai. Ahora escucha la canción que estoy cantando. Ando. De lado. Porque ahora el amor ha tocado mi corazoncito. Snif. Del lado correcto. Yeeee...

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Yacana: poesía en colores

Continúan los viernes de poesía y ficción en el Yacana.

Este 22 de enero a las 8 p.m., participarán:

Luisa Fernanda Lindo, José Miguel Herbozo, José Agustín Haya,

Diego Alonso Sánchez, Víctor Ruíz, Bruno Pólack y Enrique León

La Fundación Yacana declama en plena Plaza San Martín, en el centro de la ciudad de Lima, que además está de aniversario (Jirón de la Unión 892 /segundo piso).

Todos invitados. Entrada libre.

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¿Qué es eso?

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Andahuaylas mon amour

Andahuaylas es un pueblo, pero también es un mundo. Un mundo encantador y mágico, de gente amable, paisajes idílicos e historia.

Su nombre proviene del vocablo quechua “antahuaylla”, que significa “pradera de los celajes”, por su cielo de nubes coloreadas por efectos del sol . Su atractiva plaza de armas conserva dos monumentos admirables: la imponente catedral de San Pedro, construida en la época Colonial, y una bella pileta hecha de una sola piedra. A seis calles de este punto, a las faldas del cerro Huayhuaca, un robusto puente, también colonial, cruza las aguas del río Chumbao.
Esta provincia de la región Apurímac, al sur del Perú, enclavada a casi tres mil metros de altura, alberga en sus montañas los vestigios preíncas de la cultura Chanka: el Centro Arqueológico de Sóndor, desde el cual se puede apreciar la hermosa y extensa laguna de Pacucha, orgulloso patrimonio andahuaylino. Y los baños termales de Hualalachi, cerca de Talavera de la Reyna, de legendarias agüitas mágicas.
Andahuaylas es la cuna de Arguedas, el escritor de todas las patrias del Perú, una tierra de eucaliptos y pinos. Y aunque llegar a esta pequeña ciudad es aún complicado, las tantas horas de recorrido por caminos sinuosos se vuelven gratas al admirar su paisaje, pasear por su feria y tomar chicha blanca, comer un maicillo o un enrrolladito de queso, saborear una mermelada de sauco o una leche asada, o al brindar con un té piteado o una copa de hidromiel.
Pero Andahuaylas es también el lugar del "yapeo", del convite familiar y de amistad, de la casa de los abuelos y sus cariños y elegancias, del acogedor abrazo del juez y de su profesorita, y es la tierra, además, de una "linda andahuaylina, por qué te quiero tanto, te adoro tanto".

Andahuaylas mon amour.

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