jueves, 2 de abril de 2009

Dona tus órganos

No seas tacaño. Ni miedoso ni antisolidario. Ni te creas invencible porque en cualquier momento te puede pasar. Nadie tiene la vida comprada. Por eso dona tus órganos, no seas malo.
Yo soy un donante y mi familia sabe que si por esas cosas de la vida quedo cerebralmente muerto, tiene que donar la mayor cantidad de órganos posible de este mi cuerpo, que mal cuidado no está. Es mi voluntad, la he señalado en mi DNI, y la deben respetar.
En el Perú el 80% de las familias se niega a donar los órganos de su muertito por miedo, ignorancia o algún inventado tema religioso. Lo peor es cuando la familia se opone a este acto pese a que fue el deseo del fallecido. Ahí la importancia de compartir esta decisión con familiares y amigos.
Cuando una persona está viva puede donar un solo órgano: los que son dobles como el riñón o los que se regeneran. Sin embargo, cuando las funciones cerebrales de una persona cesan definitiva e irreversiblemente, ésta podría salvar la vida de más de diez personas al extraérsele los riñones, los pulmones, el corazón, el hígado, el páncreas, las córneas, intestino, piel, médula ósea, huesos, tendones y vasos sanguíneos.
Las estadísticas indican que en el Perú hay un donante por cada millón de habitantes, mientras que el estándar latinoamericano es de 12 a 15 donantes por millón. En Estados Unidos la tasa es de 25 por millón de personas.
En Europa, según EFE, actualmente cerca de 62 mil ciudadanos necesitan un órgano y 12 mueren diariamente a la espera de un trasplante. Otra sería la situación si se lograran los índices españoles de donación, que son un modelo a seguir. España lidera las donaciones con 34,3 por millón, seguida de Bélgica (28,1), Francia (25,3), Portugal (23,9) y Austria (22,3). Bulgaria está como el Perú, en la cola, con 1,3 por millón de habitantes.
¿Y cuándo una persona está apta para donar sus órganos? Cuando los médicos la declaran con muerte cerebral o muerte clínica.
Una persona muere por paro respiratorio o por muerte cerebral. En el primer caso los órganos dejan de funcionar en minutos; con la muerte cerebral pueden funcionar por dos o tres días más. Es en este lapso en el que pueden aprovecharse los órganos.
La estadística mundial dice que la tercera parte de los pacientes (¿se podrá ser paciente en estos casos?) en lista de espera fallece porque no aparece un donante. En el Perú muere el 60% de estas personas.
Así que dona tus órganos, para que en vez de dejarles dolor y tristeza a tus seres queridos, les dejes la alegría de saber que fuiste solidario y que salvaste otras vidas. Y para que además no sean los gusanos sino los humanos los que mejor los aprovechen, ¿no?

3 comentarios:

Paula Pérez dijo...

GRACIAS,muy amable. por lo de propedeútico. Pronto publicaré el siguiente de historia de la filosofia.

Anónimo dijo...

Te has preguntado quién sera el valiente que quiera tener tu higado???

Anónimo dijo...

Soy donante de órganos como tú y luego mis cenizas irán al mar entre las 5:45 -6:15 pm de un atardecer de un verano, como otros...